Salud, Estética y Nutrición
  ATLETISMO
 
ATLETISMO PAUTAS DE ENTRENAMIENTO

PROFESOR FERNANDO LEIVA GONZALEZ

La resistencia a la velocidad es una capacidad determinante en el rendimiento de los especialistas de la prueba reina del atletismo. Ser corredor de 100 metros planos y aspirar a una medalla en las grandes competiciones exige del atleta un nivel de excelencia en el desarrollo de esta capacidad.

    Resistir altas velocidades luego de transcurridos los primeros 6 segundos de carrera solo puede lograrse con un entrenamiento altamente especializado.

    Para la planificación del entrenamiento de la resistencia a la velocidad de los corredores y corredoras de 100 metros planos no pueden obviarse, en aras de un óptimo rendimiento, las orientaciones que propician la interpretación de los indicadores de carga primordiales para la planificación, entre los que se hayan: la edad, el volumen máximo aproximado por edades en una sesión, intensidades y recuperación propicias acopladas a las distancias, frecuencia de aplicación del estímulo en el microciclo, y el índice de resistencia a la velocidad a partir del rendimiento competitivo en los 200 metros. Estos indicadores constituyen fundamentos para la apropiada identificación de la carga en correspondencia con los objetivos concebidos en el proceso de formación atlética, dígase, a corto, mediano y largo plazos.


La edad

    No es hasta los 14 años en las mujeres y 15 en los varones, como edad de referencia, que debe planearse el desarrollo de esta capacidad, pues la misma se sustenta fundamentalmente en el desarrollo enzimático responsable de la eficiencia del sistema energético láctico, el cual alcanza su máxima magnitud en la adultez producto de la madurez fisiológica.

    Hay que recordar que: "Con la edad, la capacidad de trabajo física sufre cambios normales. Las posibilidades de la producción de energía por vías aeróbica y anaeróbica crecen a medida de la maduración fisiológica del organismo y la formación de la esfera síquica del hombre" (6, p.359)

    Por lo anterior, la intensificación del trabajo de la capacidad referida se recomienda realizar no antes de los 16 años para las mujeres y 17 para los varones, mientras que el entrenamiento extremo no debe iniciarse antes de los 18 años en las féminas y 19 años en los del sexo masculino. Ya a estas edades el entrenamiento puede semejarse al de los atletas durante las edades de máximo rendimiento.

    Es conocido que los corredores y corredoras de los 100 metros tienden a alcanzar los máximos rendimientos a partir de los 22 años.


Volumen máximo aproximado por edades en una sesión

    El volumen visto en su lógico incremento por edades debe ser considerado en dependencia de múltiples factores, como es el desarrollo biológico de individuo. Esto a partir de que atletas de igual edad cronológica pueden tener diferentes edad biológica; ello indica por ejemplo, que si a dos atletas de 15 años de edad cronológica se le suministra una carga idéntica, uno puede estar realizando un entrenamiento apropiado mientras que el otro puede estar sobre exigiéndose en la utilización de la fuente energética que garantiza la manifestación anaeróbica resistida del rendimiento. Por ello, se hace necesario considerar las proposiciones de volúmenes por edades aunque en esencia ellas constituyen referencias generales que en la práctica logran la definitiva aproximación a la verdad de cada atleta.

    Dentro de esas referencias generales, este autor considera que no es lo más conveniente exceder de los 400 a 450 metros en una sesión de resistencia a la velocidad máxima (distancia máxima, 130 metros) durante el primer año de especialización de los atletas principiantes, siempre y cuando la misma se realice a los 14 años para las mujeres y 15 para los varones.

    En otro caso, si la especialización sucede en esas edades cuando ya se tiene dos o tres temporadas de entrenamiento, puede asumirse como volumen máximo para una sesión de 150 a 200 metros más que el volumen anteriormente citado, es decir, un total de 500 a 600 metros.

    Precisamente, en la tabla 1 se recogen los valores que orientan el volumen para las sesiones de carga máxima. Esta referencia constituye un importante punto para la diferenciación del trabajo por edades, pero tan importante como ese aspecto, estrechamente relacionado, lo es el máximo volumen relativo al total de sesiones destinadas para esta capacidad en el macrociclo. Es evidente que los escolares tendrán menos sesiones de utilización del volumen máximo que los atletas juveniles, también será mayor el número de sesiones de volumen máximo de los adultos en comparación con los juveniles.


Intensidades y recuperación propicias acopladas a las distancias:

    El entrenamiento de resistencia a la velocidad (máxima, 6-20 segundos o submáxima, hasta 2 minutos, Grosser, 1992) exige intensidades entre el 90-100% del máximo rendimiento. Además, las repeticiones y series deben ser realizadas con las micro y macro pausas que garanticen la utilización consecuente del sustrato energético (glucógeno) garante de esta capacidad, fundamentalmente en los esfuerzos submáximos, en correspondencia con el objetivo propuesto.
 

 

    En ese sentido, la recuperación en el trabajo de resistencia a la velocidad puede variar, preferentemente, desde los 30 segundos hasta los 10, 12, 15 minutos, también hasta el extremo de 20 minutos, esto está en dependencia de la edad y otros factores, uno de ellos es la clasificación específica del trabajo, una puede ser la de Grosser, citada anteriormente; lógicamente, los parámetros de la anterior clasificación son para atletas en las edades correspondientes a la etapa de máximo rendimiento deportivo, pues para los adolescentes y jóvenes varían. En los escolares el límite de tiempo de recorrido para un esfuerzo de resistencia a la velocidad máxima tal vez no resulte mayor a los 15 segundos, pues se dificulta la manutención de la capacidad aláctica durante 20 segundos, esto justificado por las posibilidades de preponderancia relativa del creatin fosfato durante ese tiempo.
 

Tabla 2. Relación de las distancias, intensidades y recuperación para las
sesiones de resistencia a la velocidad en distancias de 20-200 m
con atletas elites

 


Frecuencia de aplicación del estímulo en el microciclo

    La alta demanda funcional y de energía nerviosa conlleva a la consideración del tiempo óptimo para la repetición del estímulo, y así garantizar la mayor adaptación a la carga a partir de las acumulaciones sucesivas del efecto de la misma. En este sentido el descanso no puede ser insuficiente, pues se provocaría el agotamiento de las posibilidades de adaptación del atleta resultando en el sobreentrenamiento, lo que significa interrupción en el desarrollo de la forma deportiva.

    La relación trabajo-descanso debe establecerse a partir de los objetivos del macro ciclo, mesociclo y microciclo que se abordan, la edad y experiencia deportiva básica y especializada del atleta, alimentación y apoyo farmacéutico, además de las intensidades y volúmenes a utilizar. Todos estos factores se conjugan con la utilización de sesiones para el desarrollo de la resistencia a la velocidad máxima y submáxima.

    Como norma general, la repetición de un estímulo grande de resistencia a la velocidad tiene como la mejor de las recomendaciones el tiempo de descanso no menor a las 48 horas. Aunque no puede olvidarse que la óptima relación estímulo-descanso varía según el volumen e intensidad de la carga y la etapa del modelo de planificación que se está desarrollando.


El índice de resistencia a la velocidad a partir del rendimiento competitivo en los 200 metros planos

    Para la óptima planificación del entrenamiento de esta capacidad, un componente que en ocasiones se obvia por los entrenadores es el índice de resistencia a la velocidad orientador de la carga. Algunos entrenadores en busca de mejorar el rendimiento de sus atletas le entrenan la resistencia a la velocidad sin una clara definición del nivel que quieren lograr, no conciben el tiempo en que deben vencer sus atletas los 200 metros, lo cual es muestra de subvaloración de la importancia del rendimiento en esa prueba.

    Para los entrenadores no existe la duda de que, ¡Hay que entrenar la resistencia a la velocidad!, ¿Pero qué nivel garantiza que los corredores y las corredoras estén preparados para aspirar al triunfo en una final olímpica o mundial?

    A partir de esa interrogante, válida en la aspiración de potenciar el proceso de preparación de los especialistas cubanos quienes en las últimas décadas no han mostrado resultados de primer nivel mundial, es que luego de concluida una investigación descriptiva se aportaron los siguientes parámetros que niegan la errónea tendencia de entrenar a algunos especialistas de los equipos nacionales solo para rendir al máximo nivel en esa única disciplina.

    La idea rectora tiene que ser "Entrenar a un Velocista", para que sus mejores resultados los obtenga en los 100 metros, que no es lo mismo que entrenar únicamente para rendir al máximo en esa prueba.

   Bibliografía

  • Grosser, Manfred (1992) Entrenamiento de la Velocidad. Barcelona, Editorial Martínez Roca, S. A.

  • Mennea, Pietro (1989). Desarrollo de la Resistencia Específica para la Prueba de los 200 metros. ELLV-XIV Kongreb (Bad Blankenburg/DDR)

  • Metral, Gustavo (2000) Sistemas Energéticos. PubliCE Standard/16707/2000.

  • Muñiz Sanabria, A. (2000). Metodología del Entrenamiento para los Velocistas. Conferencia. La Habana, Escuela Superior de Perfeccionamiento Atlético Nacional

  • Muñiz Sanabria, A. (2003). Una Nueva Concepción para la Competición Oficial de los Talentos Velocistas Cubanos de Carreras Planas. Tesis de Doctorado (Doctorado en Ciencias de la Cultura Física) La Habana, Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo"

  • Muñiz Sanabria, A.; Alderete López y H. L. Fuentes (2004). El Índice de Resistencia a la Velocidad de los Corredores de 100 metros planos de la Élite mundial. Informe de Investigación. La Habana, Instituto Superior de Cultura Física "Manuel Fajardo"

  • V. V. Menshilkov y N. I. Volkov (1986) Bioquímica. Moscú, Editorial Wneswhtorgizdat

Tabla 1. Un esquema referencial de volúmenes máximos
aproximados por edades para una sesión de
resistencia a la velocidad máxima
 

 


H: Mujeres V: Varones

 


 
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